UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO

El libro ‘Erdigune literarioak irakaskuntzan’ analiza la enseñanza de la literatura vasca en el Bachillerato. En la publicación se examinan los objetivos que se persiguen, las metodologías que se utilizan y los contenidos que se trabajan en la asignatura de Lengua y Literatura Vasca.

El libro ‘Erdigune literarioak irakaskuntzan’ presentado hoy en la EHUdenda por su autora Idurre Alonso, licenciada en Filología Vasca y profesora de la Mondragon Unibertsitatea, es fruto de la investigación desarrollada por la profesora durante su tesis presentada durante el 2009 en la UPV/EHU. La autora se acerca desde un punto de vista comunicativo a la literatura y observa que en la transmisión de la literatura vasca existen diversos factores siendo la escuela uno de los lugares determinantes donde se dan a conocer los textos y escritores que se transmiten a las nuevas generaciones, y donde se influye de forma notable en la hipotética rentabilidad de los géneros literarios en que se facilita su lectura a los escolares vascos.

Alonso subraya que la enseñanza actual de la literatura vasca no consigue alcanzar ninguno de los objetivos que se marcan en la ley curricular: en primer lugar, se imparte la historia de la literatura solamente en algunos centros y limitándose a los autores que han trabajado el género narrativo; en segundo lugar, el 96 % de las obras literarias propuestas para la lectura son del género narrativo y no tienen como fin desarrollar capacidades comunicativas ni promover la afición por la lectura -así lo demuestra el hecho de que el único seguimiento de las lecturas sea un control para poder verificar que se ha leído la obra-; y, por último, la mayoría de los ejercicios que se realizan en clase tienen como único objetivo afianzar los contenidos conceptuales.

El trabajo de Idurre Alonso defiende que en los centros del sur de Euskal Herria se han superpuesto dos modelos de enseñanza de la literatura vasca: un modelo que entiende la enseñanza de la literatura como asignatura para transmitir la historia de la misma, y, más concretamente, la de los autores y textos canonizados; por otro lado, el modelo comunicativo, que entiende la enseñanza de la literatura como una oportunidad para desarrollar capacidades literarias y comunicativas del alumno y promover su afición por la lectura.

El resultado de la superposición de estos dos modelos es que ni alumnos ni profesores tienen claro cómo y qué se debe estudiar, y sobre todo, qué objetivos hay que alcanzar. Por consiguiente, cada profesor y cada centro imparte la asignatura de una manera distinta, y no está garantizada la presencia de la literatura en las aulas, ya que es competencia del profesor decidir cuánto tiempo se le dedicará a la lengua y cuánto a la literatura.

Por otra parte, y según los datos extraídos de dicha investigación, el género literario, los premios literarios y los libros de texto son los que más influyen en la elección de los contenidos que se trabajan en clase. En cuanto a las obras literarias que se leen durante el curso, los dos factores decisivos son el género literario y, en el caso de algunos profesores, la consagración del autor.

Por todo ello, la autora afirma que es de vital importancia reflexionar sobre la enseñanza de la literatura y encaminar la asignatura hacia unos parámetros más comunicativos, dinámicos, prácticos y motivadores mediante los cuales el alumno desarrolle la capacidad de entender y de elaborar -a un nivel más elemental- textos de diferentes géneros literarios y de entender cómo funciona y evoluciona la literatura.