Hay novedades respecto al conflicto medioambiental (y humano) que desde hace más de una década enfrenta a la petrolera estadounidense Chevron al gobierno de Ecuador. Ahora, un juez de Nueva York ha confirmado el derecho de la compañía a solicitar un arbitraje en la corte de La Haya (Países Bajos). Al ejecutivo se le acusa de no cumplir su parte de un acuerdo comercial sobre explotaciones petrolíferas.

Ecuador por su parte había terciado con un recurso con el fin de evitar dicho arbitraje, el cual se solicitó en 2009. Sus argumentos se fundamentan en que Texaco, compañía que después compró Chevron, en su momento aceptó someterse a la justicia del país iberoamericano, con lo que renunció a sus derechos de arbitraje internacional. La última sentencia que pesa sobre Chevron, emitida en Ecuador, obliga a los norteamericanos a desembolsar 9.500 millones de dólares por daños al medio ambiente y a la población.

A principios de la década de 1990, Texaco y la República de Ecuador ratificaron un acuerdo para explotar los yacimientos petrolíferos situados en el cantón de Lago Agrio. Cuando Texaco se marchó en 1998, científicos ecuatorianos afirmaron que se habían producido daños irreversibles en el ecosistema y afectado a las comunidades de indígenas (los casos de cáncer aumentaron notablamente y miles de familias tuvieron que abandonar sus hogares) debido a que Texaco arrojó alrededor de 68.000 millones de litros de vertidos tóxicos.

Ahora que la justicia estadounidense ha permitido a Chevron interponer un arbitraje internacional, es cuestión de esperar hasta ver qué decisión adopta el árbitro o tribunal designado a tal efecto.

Fuente: LaRepublica.pe y elaboración propia