“Es necesaria una escucha recíproca de la fe y la razón pública, que evite dos extremos: excluir la religión y el fundamentalismo”
UNIVERSIDAD DE NAVARRA
– Rodrigo Muñoz recordó en el XXXII Simposio de Teología de la Universidad de Navarra que desprenderse de la religión “supondría una gran pérdida cultural”
“Se plantea la necesidad de una escucha recíproca de la fe y la razón pública, que evite dos extremos: el de la privatización de la religión, que consiste en excluirla; y el su presencia patológica, el fundamentalismo”. Así se pronunció hoy Rodrigo Muñoz, presidente del comité organizador del XXXII Simposio de Teología de la Universidad de Navarra, al que asisten cerca de 150 personas de los cinco continentes.
El profesor de la Facultad de Teología recordó las “contribuciones de orden cultural” de la religión. “Son muchos los que, desde fuera de la fe, ven en las iglesias comunidades de reflexión en las que ha madurado con el tiempo un patrimonio de humanidad, que merece ser tenido en cuenta incluso si uno no se identifica con él plenamente”, recalcó.
En ese sentido, expresó que esto ocurre en la práctica: “Creyentes de otras religiones o no creyentes muestran disposición para trabajar por un mayor respeto a la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, por la conservación del medio ambiente, por la honradez en las relaciones comerciales, etc.”.
Consensos que fundan la convivencia
“La religión puede tener así un lugar en la esfera pública como interlocutor no político de la política -indicó-, como lo tienen tantos aspectos de la vida que son de interés general pero no pertenecen al sistema político, como el deporte, las artes o las ciencias”.
Por último, expresó que la religión “ha de concurrir a los consensos que fundan la convivencia como un discurso entre otros, cuya contribución no es estrictamente política, sino de orden ético, de sentido, de motivación para la acción, etc. En ese terreno, desprenderse de la religión supondría una gran pérdida cultural”.
El XXXII Simposio de Teología, que se celebra desde hoy hasta el viernes, 21 de octubre, profundizará tanto en la influencia de lo social en la vivencia histórica de la fe, como en las posibles contribuciones del cristianismo a la sociedad. Entre los ponentes que asistirán se encuentran Mons. Barthélemy Adoukonou, secretario del Consejo Pontificio de la Cultura; Mons. Livio Melina, presidente del Pontificio Istituto Giovanni Paolo II per studi su matrimonio e famiglia; David Martin, de la London School of Economics and Political Science; y Ernesto Galli della Loggia, del Istituto Italiano di Scienze Umane.
La importancia de la crítica a la cristología de san Pablo, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para visualizar nítidamente __la omisión capital que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar la naturaleza humana de Cristo. Desechando la prueba viviente en Cristo hombre que nos confirma que es posible alcanzar la trascendencia humana practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta adquirir el perfil de humanidad perfecta, patente en Cristo (cero defectos). Doctrina sustentada por filósofos y místicos __y la urgente necesidad de formular un cristianismo laico enmarcado en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, a fin de afrontar con éxito los retos y amenazas del ateismo, el islamismo, el judaísmo, el nihilismo, la nueva Era y la modernidad. http://es.scribd.com/doc/73578720/CRITICA-A-LA-CRISTOLOGIA-DE-SAN-PABLO