UNIVERSITAT DE VALENCIA

El profesor Eugenio Coronado, del Instituto de Ciencia Molecular, ha dirigido esta investigación

A pesar de que el magnetismo y la superconductividad son dos enemigos acérrimos que se niegan a cohabitar en un mismo compuesto, el grupo de investigación dirigido por el profesor Eugenio Coronado acaba de desarrollar un procedimiento químico que permite diseñar materiales donde estas dos propiedades coexisten.

El nuevo procedimiento, publicado en ‘Nature Chemistry’, consiste en construir un sólido laminar formado por capas alternadas superconductoras y magnéticas de grosor nanométrico. En lugar de construir el nuevo material átomo a átomo, el procedimiento utiliza como bloques de partida dos nanocapas funcionales, una superconductora y otra ferromagnética, que se autoensamblan en disolución por interacciones electrostáticas. Es como construir un edificio apilando pisos enteros preformados, en lugar de hacerlo ladrillo a ladrillo.

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UNIVERSIDAD DE CANTABRIA

Un grupo de físicos de la universidad de Cantabria acaba de publicar un estudio que permite entender un problema de simetría con más de 40 años de antigüedad, que afecta a materiales con aplicaciones tecnológicas como la superconductividad, la magneto-resistencia colosal o la computación cuántica. El trabajo realizado por Pablo García Fernández, Álvaro Trueba, Miguel Moreno, José Antonio Aramburu-Zabala -del Departamento de Ciencias de la Tierra y Física de la Materia Condensada-, y María Teresa Barriuso del Departamento de Física Moderna, ha conseguido explicar en qué condiciones se produce una distorsión en la estructura de alta simetría de materiales que contienen iones de cobre o manganeso. 

Estas distorsiones tienen importancia en el caso de los materiales superconductores formados por óxidos que contienen iones de cobre. El estudio realizado muestra que la aplicación de presiones sobre materiales superconductores que contienen iones de cobre disminuye las distorsiones, lo que puede dar lugar a un aumento de la temperatura a la que se vuelven superconductores, acercándola a la temperatura ambiente. Como es sabido, este hecho es de un gran interés tecnológico, pues permitiría disponer de materiales superconductores que podrían trabajar en condiciones mucho más favorables que los actuales que precisan muy bajas temperaturas y, por ello, de instalaciones sofisticadas. Asimismo, los resultados obtenidos son de interés en el campo de los óxidos con magnetorresistencia gigante, usados para fabricar los cabezales de lectura de los discos duros magnéticos, ya que ellos contienen iones de manganeso, también susceptibles de sufrir las distorsiones de la simetría.

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